Como Estudiar la Biblia

Cómo leer la Biblia

bIBLIAORACION 5 MINUTOS

Cada día separe parte de su tiempo para leer la Biblia. Trate de apartar la misma hora cada día. Dedique tanto tiempo como sea posible sin dejar que interfieran otras cosas, pues será un tiempo más o menos largo el que necesite. Antes de comenzar la lectura pida la guía y bendición de Dios. Algunas personas han descubierto que llevar un diario les ha ayudado. Dé los siguientes pasos para sacar el mayor provecho posible de sus lecturas diarias.

La Biblia es inspirada por el espíritu santo fue escrita por 40 hombres en 1500 años y no tiene ninguna incoherencia o ni contradicciones sosteniendo una unidad conceptual especifica, nunca pasa de moda, es el libro mas leído del mundo

La biblia es la Espada de defensa.

Se divide en 66 libros los cuales se dividen en capítulos y estos en versículos

alimento diario, Mateo 4. 4El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Morimos son comer con ejemplos

Defensa contra malos pensamientos filipenses 4. 8Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Espejo ver cara a cara reflejo de dios Santiago 1. 23Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Ademas existen mas de 35.000 Promesas que como hijo pueden reclamar:

Juan 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Santiago 4. 7Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

1 Juan 5 14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Si le pedimos a Dios el nos da las cosas porque no19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Y si el nos dio las promesa es para que nosotros las disfrutemos. Numeros 23

Como se debe leer " Clave del éxito"

5 Minutos de oración

5 Minutos de Lectura

5 Minutos de Meditación

 

La misma voz de Dios

Redondez de la Tierra Isaias 40. 22El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.

Alimento diario fortalecerse si no comer bajan las defensas

1. Seleccione un pasaje bíblico (puede hacerlo siguiendo la guía Lea la Biblia en un año).

2. Examine su contenido:

a. ¿De qué clase de libro está tomado? (Un libro biográfico, como uno de los Evangelios que nana la vida de Jesús; un libro histórico como el Segundo Libro de Samuel que relata el reinado del Rey David; o una carta breve a una persona como las enviadas a Timoteo o a una iglesia específica como las epístolas a los Corintios.)

b. ¿Cuál es el enfoque general del libro? (No tiene que hacer estudios extensos sobre el libro, pero siéntase con libertad de leer el primero o el último párrafo del libro, o los subtítulos y las introducciones si su Biblia las tiene.)

c. ¿Qué ocurre o se discute en los pasajes que ha leído?

3. Lea el pasaje completo para formarse una idea de lo que en él se trata.

4. Identifique palabras y frases. ¿a que hace referencia?

5. Lea el pasaje de nuevo y pregúntese cuál es la intención o propósito del pasaje. Trate de encontrar lo que el autor está queriendo decir. Debe ser honesto; no busque para encontrar sólo lo que quiere oír. La Biblia contiene mensajes que pueden cambiar vidas.

6. ¿Qué ha aprendido acerca de Dios en este pasaje? ¿Qué ha aprendido acerca de la naturaleza humana? Pregúntese cómo se aplica este mensaje a su propia vida. ¿Hay algo en su vida que necesite cambiar para llegar a ser mejor hijo de Dios o más amante de su prójimo? Pídale a Dios que le ayude a hacer los cambios necesarios en su vida para llegar a ser una persona mejor.

7. Lea el pasaje una vez más. ¿Hay algún versículo que quiera memorizar? ¿Por qué no lo escribe en una tarjetita y lo lleva consigo todo el día para estudiarlo?

8. Dé gracias a Dios por lo que le ha mostrado y pídale su ayuda hoy, cuando trate de aplicar a su vida la lección aprendida.

9. Comparta con otras personas lo que ha aprendido.

 QUE DEBE LLEVAR MI ESTUDIO

Fecha:

Texto:

Que aprendió;

Que dice;

Que no entiendo ;

Que nuevo aprendiste ;

Que nuevo aprendio

Y como lo aplicas a tu vida

Biblia Palabra derivada del gr. biblia (‘libros’) a través del latín; los libros que se reconocen como canónicos por la iglesia cristiana. El uso cristiano más antiguo de ta biblia (‘los libros’) en este sentido se encuentra, según se cree, en 2 Clemente 14:2 (ca. 150 d.C.): "los libros y los apóstoles declaran que la iglesia … ha existido desde el principio." Cf. Dn. 9.2, "yo Daniel miré atentamente en los libros" (heb. bassƒfaµréÆm), donde la referencia está vinculada al corpus de escritos proféticos del AT. El gr. biblion (del que biblia es el plural) es un diminutivo de biblos, que en la práctica denota cualquier tipo de documento escrito, pero originalmente un documento escrito sobre papiro (gr. byblos; cf. el puerto fn. de Biblos, por el que en la antigüedad se importaba el papiro desde Egipto).

Un término sinónimo de "la Biblia" es "los escritos" o "las Escrituras" (gr. hai grafai, ta grammata), usado frecuentemente en el NT para hacer referencia a los documentos del AT en conjunto o en parte; cf. Mt. 21.42, "¿Nunca leísteis en las Escrituras?" (en tais grafais); el pasaje paralelo de Mr. 12.10 tiene el singular, referido al texto particular que se cita, "¿Ni aun esta escritura habéis leído?" (teµn grafeµn tauteµn); 2 Ti. 3.15, "las Sagradas Escrituras" (ta hiera grammata), vv. 16, "toda la Escritura es inspirada por Dios" (pasa grafeµ theopneustos). En 2 P. 3.16 "todas" las epístolas de Pablo están incluidas junto con "las otras Escrituras" (tas loipas grafas), expresión que incluye los escritos del AT, y probablemente también los evangelios.

Tanto el AT como el NT-la tawrat (del heb. toÆraÆ) y el injé÷l (del gr. euangelion)-se reconocen en el Corán (Sura 3) como revelaciones divinas anteriores. El AT en hebreo es la Biblia judía. El Pentateuco en hebreo es la Biblia samaritana.

I. Contenido y autoridad

Entre los cristianos, para quienes el AT y el NT constituyen juntamente la Biblia, no hay acuerdo completo en cuanto a su contenido. Algunas ramas de la iglesia siriaca no incluyen 2 Pedro, 2 y 3 Juan, Judas, ni Apocalipsis en el NT. Las confesiones romana y griega incluyen varios libros en el AT además de los que forman la Biblia hebrea; estos libros adicionales formaban parte de la Septuaginta cristiana.

Aunque se incluyen, junto con uno o dos libros más, en la Biblia protestante inglesa completa, la Iglesia de Inglaterra (igual que la iglesia luterana) sigue a Jerónimo cuando sostiene que pueden ser leídos "para ejemplo de vida e instrucción de costumbres; pero no se aplican para establecer ninguna doctrina" (Artículo VI). Otras iglesias reformadas no les acuerdan valor canónico alguno (* Apócrifos). La Biblia etíope incluye 1 Enoc y el libro de Jubileos.

En las confesiones romana y griega, y en otras confesiones antiguas, la Biblia, juntamente con la tradición viviente de la iglesia en algún sentido, constituyen la autoridad última. En las iglesias de la Reforma, por otra parte, la Biblia sola es la corte final de apelación en asuntos de doctrina y práctica. Así el Artículo VI de la Iglesia de Inglaterra afirma: "La Sagrada Escritura contiene todo lo necesario para la salvación: de manera que nada de lo que no se lee en ella, ni pueda. probarse mediante ella, debe exigírsele a ningún hombre para que sea aceptado como artículo de la fe, ni considerarse como requisito o como necesario para la salvación." En este mismo sentido la Confesión de fe de Westminster (1. 2) enumera los 39 libros del AT y los 27 del NT como "todos … dados por inspiración de Dios, para ser la regla de fe y vida".

II. Los dos testamentos

La palabra "testamento" en las designaciones "Antiguo Testamento" y "Nuevo Testamento", que se dan a las dos divisiones de la Biblia, retrocede a través del latín testamentum al gr. diutbeke, que en la mayoría de las instancias significa en la Biblia griega "pacto" más que "testamento". En Jer. 31.31ss se predice que habrá un nuevo pacto (heb. bƒréÆt_, LXX diatbeµkeµ) que remplazará al que hizo Yahvéh con Israel en el desierto (cf. Ex. 24.7s). "Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero" (Hc. 8.13). Los escritores del NT ven el cumplimiento de la profecía del nuevo pacto en el nuevo orden inaugurado por la obra de Cristo; sus propias palabras de institución (1 Co. 11.25) proporcionan la autoridad correspondiente para dicha interpretación. Los libros del AT, luego, se llaman así por su íntima relación con la historia del "pacto viejo"; los libros del NT se llaman así porque constituyen los documentos básicos del "nuevo pacto". Una perspectiva sobre el uso ordinario del término "Antiguo Testamento" aparece en 2 Co. 3.14, "cuando leen el antiguo pacto", si bien Pablo probablemente quiere decir aquí la ley, la base del antiguo pacto, más bien que todo el conjunto de la Escritura hebrea. Los términos "Antiguo Testamento" (palaia diatheµkeµ) y " Nuevo Testamento" (kaineµ diatheµkeµ) para las dos colecciones de libros se generalizaron en los círculos cristianos en la última parte del ss. II; en occidente, Tertuliano tradujo diatheµkeµ al latín a veces como instrumentum (documento legal) y a veces como testamentum; lamentablemente fue esta última palabra la que sobrevivió, ya que ninguna de las dos partes de la Biblia es un "testamento" en el sentido común del término.

III. El Antiguo Testamento

En la Biblia hebrea los libros están dispuestos en tres divisiones: la Ley (toÆraÆ), los Profetas (nƒb_éÆ<éÆm), y los Escritos (kƒt_uÆb_éÆm). La Ley comprende el Pentateuco, los cinco "libros de Moisés". Los Profetas se subdividen en dos partes: los "Primeros Profetas" (nƒb_éÆ<éÆm réÆ<sûonéÆm), que comprenden Josué, Jueces, Samuel, y Reyes, y los "Últimos Profetas" (nƒb_éÆ<éÆm >ab‡roÆnéÆm), que comprenden Isaías, Jeremías, Ezequiel, y "El libro de los doce Profetas". Los Escritos contienen el resto de los libros: primero, Salmos, Proverbios, y Job; luego los cinco "rollos" (mƒg÷illoÆt_), a saber Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, y Ester; y finalmente Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas. El total se considera tradicionalmente 24, pero estos 24 corresponden exactamente a nuestros 39, por cuanto en nuestra forma de contarlos los profetas menores constituyen doce libros, y Samuel, Reyes, Crónicas, y Esdras-Nehemías se componen de dos libros cada uno. Había en la antigüedad otras formas de agrupar o contar estos mismos 24 libros; en una de ellas (comprobada por Josefo) el total se reducía a 22; en otra (conocida por Jerónimo) se elevaba a 27.

El origen de la disposición de los libros adoptada en la Biblia hebrea no puede verificarse; con frecuencia se piensa que la división en tres partes corresponde a las tres etapas en las que los libros fueron recibiendo el reconocimiento canónico, pero no hay pruebas directas de esto (* Canon del Antiguo Testamento).

En la LXX los libros están dispuestos según la semejanza de su contenido. Al Pentateuco siguen los libros históricos, y estos van seguidos por los libros poéticos y sapienciales, y estos a su vez por los profetas. Es este orden el que, en sus aspectos esenciales, se ha adoptado (a través de la Vg.) en la mayoría de las ediciones cristianas de la Biblia. En algunos aspectos este orden respeta mejor el orden cronológico del contenido narrativo que el de la Biblia hebrea; por ejemplo, Rut aparece inmediatamente después de Jueces (ya que registra cosas que ocurrieron "en los días en que gobernaban los jueces"), y la obra del Cronista aparece en el siguiente orden: Crónicas, Esdras, Nehemías.

La triple división de la Biblia hebrea se refleja en la fraseología de Lc. 24.44 ("la ley de Moisés … los profetas … los salmos"); más comúnmente el NT se refiere a "la ley y los profetas" (véase Mt. 5.17, etc.) o a "Moisés y los profetas" (Lc. 16.29, etc.).

La revelación divina que conserva el AT fue transmitida de dos modos principales: mediante obras portentosas y palabras proféticas. Estos dos modos de revelación están indisolublemente ligados. Los actos de misericordia y juicio, por los que el Dios de Israel se dio a conocer al pueblo del pacto, no hubiesen podido transmitir su mensaje preciso si no les hubieran sido interpretados por los profetas, los portavoces de Dios que recibían y comunicaban su palabra. Por ejemplo, los acontecimientos del éxodo no hubiesen adquirido su significación permanente para los israelitas si Moisés nos les hubiese dicho que en esos acontecimientos el Dios de sus padres estaba obrando para lograr su liberación, de conformidad con sus antiguas promesas, a fin de que ellos fuesen en adelante su pueblo y él fuese su Dios. Por otra parte, las palabras de Moisés hubieran sido inútiles si no las hubiesen vindicado los acontecimientos del éxodo. Podemos comparar el papel similarmente significativo de Samuel en la época de la amenaza filistea, el de los grandes profetas del ss. VIII, cuando Asiria arrasaba con todo lo que encontraba a su paso, el de Jeremías y Ezequiel cuando el reino de Judá se vino abajo, etc.

Esta interacción de obras portentosas y palabras proféticas en el AT explica por qué la historia y la profecía están tan entrelazadas en sus páginas; sin duda fue cierta comprensión de este hecho lo que llevó a los judíos a incluir los principales libros históricos entre los Profetas.

Pero los escritos del AT no sólo registran esta doble revelación progresiva de Dios; al mismo tiempo registran la respuesta del hombre a esa revelación de Dios, respuesta que a veces es de obediencia, pero con demasiada frecuencia de desobediencia; expresada tanto en hechos como en palabras. En este antiguo registro de la respuesta de aquellos a quienes llegó la palabra de Dios, el NT encuentra instrucciones prácticas para el cristiano; de la rebelión de los israelitas en el desierto y los desastres a que esto dio lugar escribe Pablo: "Estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos" (1 Co. 10.11).

En cuanto a su lugar en la Biblia cristiana, el AT cumple un papel preparatorio: lo que Dios habló "muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas" esperaba su cumplimiento en la palabra que "en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo" (He. 1.1s). Mas el AT era la Biblia que los apóstoles y otros predicadores del evangelio en los primeros días del cristianismo llevaban consigo cuando proclamaban a Jesús como Mesías, Señor, y Salvador divinamente enviado; encontraban en él un claro testimonio de Cristo (Jn. 5.39) y una clara explicación del camino de salvación por la fe en él (Ro. 3.21; 2 Ti. 3.15). Para este uso del AT tenían la autoridad y el ejemplo de Cristo mismo; y desde entonces la iglesia ha obrado bien cuando a seguido el precedente sentado por él y sus apóstoles, y ha reconocido al AT como parte de las Escrituras cristianas. "Lo que era indispensable para el Redentor tiene que ser siempre indispensable para el redimido" (G. A. Smith).

IV. El Nuevo Testamento

La relación entre el NT y el AT es la del cumplimiento de la promesa. Si el AT relata lo que Dios habló "en otro tiempo a los padres por los profetas", el NT relata esa palabra final que habló en su Hijo, en la que toda la revelación anterior quedó resumida, confirmada, y adquirió trascendencia. Las portentosas obras de la revelación en el AT culminan en la obra redentora de Cristo; las palabras de los profetas del AT reciben su cumplimiento en él. Pero Cristo no constituye únicamente la revelación culminante de Dios al hombre; es también la perfecta respuesta del hombre a Dios, el sumo sacerdote a la vez que el apóstol de nuestra confesión (He. 3.1). Si el AT registra el testimonio de los que vieron el día de Cristo antes que amaneciera, el NT registra el testimonio de los que lo vieron y lo oyeron en los días de su carne, y que llegaron a comprender y a proclamar el sentido de su venida más plenamente, por el poder de su Espíritu, después de su resurrección de entre los muertos.

El NT ha sido aceptado por la gran mayoría de los cristianos, en los últimos 1.600 años, con sus 27 libros. Estos 27 libros se distribuyen en forma natural en cuatro divisiones: (a) los cuatro evangelios, (b) los Hechos de los Apóstoles, (c) 21 cartas escritas por apóstoles y "hombres apostólicos", (d) el Apocalipsis. Este orden no sólo es lógico, sino aproximadamente cronológico en cuanto se refiere al contenido de los documentos; no corresponde, sin embargo, al orden en que fueron escritos.

Los primeros documentos neotestamentarios que se escribieron fueron las primeras epístolas de Pablo. Estas (juntamente, tal vez, con la Epístola de Santiago) fueron escritas entre el 48 y el 60 d.C., antes que se escribiese el más primitivo de los evangelios. Los cuatro evangelios pertenecen a las décadas entre el año 60 y el 100, y todos (o casi todos) los demás escritos del NT deben ubicarse también dentro de dichas décadas. Mientras que la preparación del AT abarca un período de 1.000 años o más, los libros del NT se escribieron en menos de un siglo.

Los escritos del NT no fueron reunidos en la forma en que los conocemos ahora inmediatamente después de que fueran escritos. Al principio cada uno de los *evangelios tuvo una existencia local e independiente en los distritos para los cuales fueron compuestos originalmente. A comienzos del ss. II, empero, fueron reunidos y comenzaron a circular como un solo relato cuádruple. Cuando así ocurrió, *Hechos fue separado de Lucas, con el que había formado hasta ese momento una sola obra en dos tomos, e inició así su carrera separada, pero no por ello menos importante.

Las cartas de Pablo fueron conservadas al principio por las comunidades o individuos a quienes fueron escritas. Pero hacia fines del ss. I hay indicios que sugieren que la correspondencia paulina que se conservaba comenzó a ser reunida en un corpus paulino, que rápidamente circuló entre las iglesias: primeramente un corpus reducido de 10 cartas y, poco después, uno más completo con 13 cartas, que se aumentó con la inclusión de las tres *epístolas pastorales. Dentro del corpus paulino parecería que las cartas han sido ordenadas no cronológicamente sino en un orden descendente según su extensión. Este principio puede verse todavía en el orden en que aparecen en la mayoría de las ediciones del NT hoy en día: las cartas dirigidas a iglesias vienen antes que las que están dirigidas a individuos, y dentro de estas dos subdivisiones están dispuestas de modo que las más largas vienen primero y las más cortas al final. (El único caso en que no se cumple esta disposición es el de Gálatas, que viene antes de Efesios, a pesar de que Efesios es ligeramente más larga que la otra.)

Con la colección de los evangelios y el corpus paulino, y Hechos para hacer de puente entre ambos grupos, tenemos el comienzo del *canon del NT como lo conocemos hoy. La iglesia primitiva, que heredó la Biblia hebrea (o la vss. gr. de la LXX) como sus Escrituras sagradas, no tardó mucho en colocar los nuevos escritos evangélicos y apostólicos a la par de la Ley y los Profetas, y en usarlos para la propagación y la defensa del evangelio, como así también en el culto cristiano. Así, Justino Mártir, alrededor de la mitad del ss. II, describe cómo los cristianos en sus reuniones dominicales leían "las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas" (Apología 1. 67). Era natural, por lo tanto, que cuando el cristianismo se extendió entre pueblos que hablaban lenguas que no fuera el griego, el NT fuese traducido del griego a dichas lenguas para beneficio de los nuevos conversos. Para el año 200 d.C. había ya versiones latinas y siriacas, y dentro del siglo siguiente ya existía una versión copta también.

V. El mensaje de la Biblia

La Biblia ha representado, y sigue representando hoy, un papel notable en la historia de la civilización. Muchas lenguas tienen forma escrita gracias al hecho de que se les ha ideado un alfabeto a fin de que la Biblia, en su totalidad o en parte, pudiese ser traducida a dichas lenguas y publicada en forma escrita. Y esto no es más que una pequeña muestra de la misión civilizadora de la Biblia en el mundo. Esta misión civilizadora es resultado directo del mensaje central de la Biblia. Puede parecer sorprendente que se pueda hablar de un mensaje central en una colección de escritos que refleja la historia de la civilización en el Cercano Oriente a lo largo de varios milenios. Pero tiene un mensaje central en efecto, y es el reconocimiento de este hecho lo que ha llevado a considerar a la Biblia como un libro, y no simplemente una colección de libros (así como el plural griego biblia ("libros") se convirtió en el singular latino biblia ("el libro").

El mensaje central de la Biblia es la historia de la salvación, y a través de ambos testamentos tres hilos pueden distinguirse en el desenvolvimiento de dicha historia: el portador de la salvación, el camino de salvación, y los herederos de la salvación. Esto podría expresarse en función del concepto del pacto, diciendo que el mensaje central de la Biblia es el pacto de Dios con los hombres, y que los hilos lo constituyen el mediador del pacto, la base del pacto, y el pueblo del pacto. Dios mismo es el Salvador de su pueblo; es él quien confirma su misericordia para con ellos de conformidad con el pacto. El portador de la salvación, el mediador del pacto, es Jesucristo, el Hijo de Dios. El camino de salvación, la base del pacto, es la gracia de Dios, que provoca en su pueblo una respuesta de fe y obediencia. Los herederos de la salvación, el pueblo del pacto, están constituidos por la Israel de Dios, la iglesia de Dios.

La continuidad del pueblo del pacto entre el AT y el NT está oscurecida para el lector de las versiones bíblicas corrientes, porque "iglesia" es una palabra exclusivamente neotestamentaria y, naturalmente, el lector piensa que se trata de algo que comenzó en el período del NT. Pero el lector de la Biblia griega no se encontraba con ninguna palabra nueva cuando leía ekkleµsiaen el NT; ya la había visto en la LXX como una de las palabras utilizadas para denotar a Israel como la "asamblea" de Yahvéh. Por cierto que en el NT tiene un significado nuevo y mas completo. Jesús dijo "edificaré mi iglesia" (Mt. 16.18), porque el pueblo del pacto viejo tenía que morir con él a fin de resucitar con él a nueva vida, vida nueva en la que desaparecían las restricciones nacionales. Pero él provee en sí mismo la continuidad vital entre la vieja Israel y la nueva, y sus fieles seguidores eran tanto el remanente justo de la antigua como el núcleo de la nueva. El Yahvéh-siervo y su pueblo-siervo ligan entre sí los dos testamentos (* Iglesia, * Israel de dios).

El mensaje de la Biblia es el mensaje de Dios al hombre, comunicado "muchas veces y de muchas maneras" (He. 1.1), y finalmente encarnado en Cristo. Así, "la autoridad de la sagrada escritura, por la que debe ser aceptada y obedecida, no depende del testimonio de ningún hombre o iglesia, sino enteramente de Dios (quien es la verdad misma), el autor de ella; y por lo tanto ha de ser recibida, porque es la palabra de Dios" (Confesión de fe de Westminster, 1. 4).

Qué se encuentra en la Biblia

Damos a continuación resúmenes de cada uno de los libros de la Biblia. Es evidente por su brevedad, que no son descripciones completas. Sin embargo pueden servir de referencia conveniente al contenido de la Biblia.

ANTIGUO TESTAMENTO

GÉNESIS: Este libro de "comienzos’ hace una narración de la relación de Dios con el hombre y la promesa de Dios a Abraham y a sus descendientes.

EXODO: El nombre Éxodo quiere decir ‘salida’ Este libro cuenta cómo Dios liberó a los Israelitas de una vida de penurias y esclavitud en Egipto. Dios hizo un pacto con ellos y les dio leyes para ordenar y gobernar sus vidas.

LEVÍTICO: El nombre del libro se deriva de una de las doce tribus de Israel. El libro da todas las leyes y regulaciones concernientes a rituales y ceremonias.

NÚMEROS: Los israelitas vagaron por el desierto cuarenta años antes de entrar a la tierra de Canaán "la tierra prometida" El nombre del libro se deriva de los dos censos tomados durante ese tiempo en el desierto.

DEUTERONOMIO: Moisés dio tres discursos de despedida poco antes de morir. En ellos repasó con el pueblo todas las leyes de Dios para los israelitas. El nombre del libro viene de ese repaso o "segunda ley".

JOSUÉ: Josué fue el líder de los ejércitos israelitas en sus victorias contra los cananeos. El libro termina con la partición de la tierra entre las doce tribus de Israel.

JUECES: Los israelitas a menudo desobedecían a Dios y caían en las manos de gobiernos opresores. Dios les enviaba jueces para librarlos de la opresión.

RUT: El amor y la dedicación de Rut a su suegra. Noemí, son el tema de este libro.

1 SAMUEL: Samuel fue el líder de Israel en el período entre el tiempo de los jueces y el tiempo de Saúl, el primer rey de Israel. Cuando el liderazgo de Saúl falló, Samuel ungió a David como rey

2 SAMUEL: Bajo el reinado de David la nación se hizo fuerte y unificada. Pero después de los pecados de David: adulterio y asesinato tanto la familia como la nación sufrió.

1 REYES: Este libro comienza con el reinado de Salomón en Israel. Después de su muerte, el reino se dividió en guerra civil: el norte contra el sur. El resultado fue el nacimiento de dos naciones: Israel en el norte; y Judá en el sur.

2 REYES: Israel fue conquistada por Asiria en el 721 antes de C. Judá perdió en su guerra contra Babilonia en el 586 antes de C. Estos eventos son vistos como el castigo al pueblo por no haber seguido las leyes de Dios.

1 CRÓNICAS: Este libro comienza con la genealogía desde Adám hasta David, y luego recuenta los incidentes del reinado de David.

2 CRÓNICAS: Este libro cubre el mismo período que 2 Reyes pero con énfasis en Judá, el reino del sur, y sus gobernantes.

ESDRAS: Después de ser cautivos en Babilonia por algunas décadas, el pueblo de Dios retornas Jerusalén. Uno de sus líderes era Esdras. Este libro contiene el reto que Esdras le hizo al pueblo a seguir y honrar la ley de Dios.

NEHEMIAS: Después que el Templo fue reconstruido, la muralla protectora al rededor de Jerusalén también fue reconstruida. Nehemías fue quien dirigió esta empresa. Él también trabajó con Esdras para restaurar el fervor religioso entre el pueblo.

ESTER: Este libro relata la historia de la reina de Persia, quien era judía, y quien expuso un complot para destruir a sus compatriotas y así libró a todos los judíos en ese país de ser aniquilados,

JOB: La pregunta: "Porqué sufren los inocentes?" es tratada en esta historia de Job.

SALMOS: Estos 150 himnos y oraciones fueron usados por los hebreos para expresar su relación con Dios. Cubren todo el campo de emociones humanas: desde alegría hasta furia, de esperanza a desesperación.

PROVERBIOS: Este es un libro de dichos sabios, de enseñanzas éticas y de sentido común acerca de cómo vivir una vida recta.

ECLESIASTÉS: En su búsqueda de la felicidad y del sentido de la vida, este escritor, conocido sólo como "el filósofo", hace preguntas que aún están vigentes en la sociedad de hoy.

CANTAR DE CANTARES: Este poema describe el gozo y el éxtasis del amor. Simbólicamente, ha sido aplicado al amor de Dios por Israel y al amor de Cristo por la Iglesia.

ISAÍAS: El profeta Isaías trajo el mensaje del juicio de Dios a las naciones, señaló a un rey futuro, como David, y prometió una era de paz y tranquilidad.

JEREMIAS: Mucho antes de que Babilonia destruyera a judá, Jeremías predijo el justo juicio de Dios. Aunque su mensaje era mayormente acerca de la destrucción, también habló del nuevo pacto con Dios.

LAMENTACIONES: Tal y como Jeremías había predicho, Jerusalén cayó cautiva bajo Babilonia. Este libro registra cinco "lamentos", por la ciudad caída.

EZEQUIEL: El mensaje de Ezequiel fue dado a los judíos cautivos en Babilonia. El usó historias y parábolas para hablar del juicio, la esperanza y la restauración de Israel.

DANIEL: Daniel se mantuvo fiel a Dios aun enfrentando muchas presiones como cautivo en Babilonia. Este libro incluye las visiones proféticas de Daniel.

OSEAS: Oseas usó la lección de su dedicación a su esposa, aún enfrentando su infidelidad, para ilustrar el adulterio que Israel había cometido contra Dios, y como el amor fiel de Dios por su pueblo nunca cambia.

JOEL: Después de una plaga de langostas, Joel amonesta al pueblo a arrepentirse.

AMÓS: Durante un tiempo de prosperidad, este profeta de Judea predicó a los ricos líderes de Israel acerca del juicio de Dios. Amós insistía en que pensaran en los pobres y oprimidos antes que en su satisfacción propia.

ABDIAS: Abdías profetizó el juicio a Edom, un país vecino a Israel.

JONÁS: Jonás no quería predicar a la gente de Nínive, quienes eran enemigos de su propio país. Cuando finalmente les llevé el mensaje enviado por Dios, ellos se arrepintieron.

MIQUEAS: El mensaje de Miqueas a Judá era un mensaje de juicio a la vez que de perdón, esperanza y restauración. Especialmente notable es un verso en el que sumariza lo que Dios requiere de nosotros. (6.8)

NAHÚM: Nahúm anuncié que Dios destruiría el pueblo de Nínive por causa de su crueldad en la guerra.

HABACUC: Este libro presenta un diálogo entre Dios y Habacuc sobre la justicia y el sufrimiento.

SOFONÍAS: Sofonías anuncié el día del Señor, que traería juicio a Judá y a las otras naciones vecinas. Ese futuro día sería uno de destrucción para muchos, pero un pequeño remanente siempre fiel a Dios sobreviviría para bendecir al mundo entero.

HAGEO: Después que el pueblo volvió del exilio, Hageo les recordó darle a Dios la prioridad y re -construir el Templo antes que sus propias casas.

ZACARÍAS: Al igual que Hageo, Zacarías insté al pueblo a reconstruir el Templo, asegurándoles la ayuda y bendiciones de Dios. Sus visiones apuntaban a un futuro brillante.

MALAQUÍAS: Después del retorno del exilio, el pueblo llegó de nuevo a descuidarse de su vida religiosa. Malaquías trató de inspirarlos de nuevo hablándoles del "día del Señor."

BAUTISMO EN AGUANUEVO TESTAMENTO

SAN MATEO: Este Evangelio cita muchos pasajes del Antiguo Testamento. De esta forma es atractivo a la a audiencia judía a quien presenta a Jesús como el Mesías prometido en las Escrituras judías. San Mateo narró la historia de Jesús desde su nacimiento hasta la resurrección y pone énfasis especial en las enseñanzas del maestro.

SAN MARCOS: San Marcos escribió un Evangelio corto, conciso y lleno de acción. Su meta era profundizar la fe y la dedicación de los creyentes de la comunidad para quien escribía.

SAN LUCAS: En este Evangelio se enfatiza cuán al alcance de todos está la salvación en Jesús. El evangelista lo hace describiendo a Jesús en contacto con la gente pobre, con los necesitados y con los que viven al margen de la sociedad.

SAN JUAN: El Evangelio de San Juan, por su forma, se coloca aparte del los otros tres. San Juan organiza su mensaje enfocándolo en siete señales que apuntan a Jesús como Hijo de Dios. Su estilo de escribir es reflexivo y lleno de imágenes y figuras.

LOS HECHOS: Cuando Jesús se ausenté de sus discípulos, el Espíritu Santo vino a morar con ellos. Este libro fue escrito por San Lucas como complemento a su Evangelio y relata eventos claves en la historia y trabajo de la iglesia cristiana primitiva y como se propagó la fe en el mundo Mediterráneo de entonces.

ROMANOS: En esta importante carta, San Pablo le escribe a los Romanos acerca de la vida en el Espíritu, que es dada, por la fe, a los creyentes en Cristo. El apóstol les reitera la gran bondad de Dios y les declara que a través de Jesucristo, Dios nos acepta y nos liberta de nuestros pecados.

1 CORINTIOS: Esta carta trata específicamente los problemas que la iglesia en Corinto estaba enfrentando: disensión, inmoralidad, problemas de forma en la adoración pública y confusión acerca de los dones del Espíritu.

2 CORINTIOS: En esta carta San Pablo escribe sobre su relación con la iglesia de Corinto y los efectos que algunos falsos profetas habían tenido en su ministerio.

GÁLATAS: Esta carta expone la libertad con respecto la ley del creyente en Cristo. Pablo declara que es solo por fe que todos los creyentes son reconciliados con Dios.

EFESIOS: El tema central de esta carta es el propósito eterno de Dios: juntar de muchas naciones y razas la iglesia universal de Jesucristo

FILIPENSES: El énfasis de esta carta es en el gozo que el creyente en Cristo encuentra en todas las situaciones de la vida. San Pablo la escribió mientras estaba en la cárcel.

COLOSENSES: En esta carta San Pablo le dice los creyentes en Colosas que pongan a un lado sus supersticiones y que pongan a Cristo en el centro de sus vidas.

1 TESALONICENSES: En esta carta San Pablo da consejos a los cristianos de Tesalónica en cuanto al retorno de Jesús al mundo.

2 TESALONICENSES: En esta carta, como en la primera, San Pablo habla del retorno de Jesús al mundo. También trata de preparar a los creyentes para la venida del Señor.

1 TIMOTEO: Esta carta sirve como guía a Timoteo, un joven líder de la iglesia primitiva. San Pablo le da consejos sobre la adoración, el ministerio y las relaciones dentro de la iglesia.

2 TIMOTEO: Es esta la última carta escrita por San Pablo. En ella él da un último reto a sus compañeros de trabajo.

TITO: Tito estaba ministrando en Creta. En esta carta San Pablo le aconseja cómo ayudar a los nuevos cristianos.

FILEMÓN: En esta carta, Filemón es instado a perdonar a su esclavo, Onésimo, quien había tratado de escaparse; también a aceptarlo como a un amigo en Cristo.

HEBREOS: Esta carta reta a los nuevos cristianos a ir más allá de los rituales y ceremonias tradicionales y a darse cuenta de que en Cristo todos han encontrado su cumplimiento.

SANTIAGO: Santiago aconseja a los creyentes a poner en práctica sus creencias y además ofrece ideas prácticas de cómo vivir su fe.

1 PEDRO: Esta carta fue escrita para confortar a los primeros cristianos quienes estaban siendo perseguidos por causa de su fe.

2 PEDRO: En esta carta San Pedro advierte a los creyentes sobre los falsos maestros y los estimula a seguir leales a Dios.

1 JUAN: Esta carta explica verdades básicas acerca de la vida cristiana con énfasis en el mandato de amarse unos a otros.

2 JUAN: Esta carta, dirigida a "la señora escogida y a sus hijos" advierte a los creyentes sobre los falsos maestros.

3 JUAN: En contraste con la Segunda Carta de San Juan, esta carta habla de la necesidad de recibir a aquellos que predican a Cristo.

JUDAS: Judas advierte a los creyentes en contra de la influencia mala de personas fuera de la hermandad de creyentes.

APOCALIPSIS: Este libro fue escrito para alentar a los creyentes quienes estaban siendo perseguidos y para afirmar su fe en que Dios cuidará de ellos. Usando símbolos y visiones, el escritor ilustra el triunfo del bien sobre el mal y la creación de una tierra nueva y un cielo nuevo

LECTURAS PARA DÍAS ESPECIALES

Año Nuevo

Colosenses 3.5-17.

Epifania

San Mateo 2.1-12.

Día de la Amistad

1 Corintios 13;

1 Juan 4.7-21.

Domingo de Ramos

San Marcos 11.1-11;

San Juan 12.12-19;

Filipenses 2.1-5.

Jueves Santo

San Juan 13.1-17,34;

Salmo 116.

Viernes Santo

San Juan 18.1- 19.42;

Salmo 22;

Isaías 52.13-53. 12.

Domingo de Resurrección

San Mateo 28;

San Lucas 24;

San Juan 20;

Hechos 10.34-43;

Salmo 33.

La Pascua

Éxodo 12.

Día de las Madres

1 Samuel 1.1-28;

Proverbios 23.22-25; 31.10-31;

San Lucas 1.26-56.

Pentecostés

Hechos 2.1-11.

Día de los Padres

Proverbios 4; 20.7;

San Lucas 15.11-32.

Día de la Independencia

Salmo 33.

Día del Trabajo

Génesis 1.26-2.4.

Día de la Reconciliación

Jeremías 31.31-34.

Día de los Abuelos

Salmo 128.

Domingo de Comunión Mundial

San Juan 10.1-16.

Día de Mayordomía Cristiana

San Mateo 25.11-29;

2 Corintios 9.1-15.

Día de Elecciones

1 Pedro 2.13-17.

Día de la Biblia

2 Timoteo 3.10-17.

Primer Domingo de Adviento

Isaías 63.16-64.9;

San Mateo 24.36-44;

San Lucas 21.25-36;

Salmo 25.

Segundo Domingo de Adviento

Malaquías 3.1-5;

San Mateo 3.1-12; Salmo 8.

Tercer Domingo de Adviento

Isaías 12.1-6;

San Mateo 11.2-19;

San Lucas 3.7-18;

Filipenses 4.4-9.

Cuarto Domingo de Adviento

Isaías 7.10-17;

Miqueas 5.1-4;

San Lucas 1.26-56;

Salmo 89.1-18.

Navidad

San Lucas 2.1-20;

San Mateo 1.18-25;

San Juan 1.1-18;

Tito 3.4-7.

Cumpleaños

Salmo 145

CÓMO ENCONTRAR AYUDA EN LA BIBLIA

Ayuda en circunstancias especiales

Cómo ser un buen amigo

Proverbios 17.17; San Lucas 10.25-37; San Juan 15.11-17; Romanos 16.1-2.

Cómo ser un líder

Isaías 11.1-9; Isaías 32.1-8; 1 Timoteo 3.1-7; 2 Timoteo 2. 14-26; Tito 1.5-9.

Cómo cuidar a las viudas y a los ancianos

Génesis 47.1- 12; Rut 1; Proverbios 23.22; 1 Timoteo 5.3-8.

Cómo celebrar el nacimiento o la adopción de un niño

Salmo 100; Proverbios 22.6; San Lucas 18.15-17; San Juan 16.16-22.

Cómo celebrar una graduación

Salmo 119.105, Proverbios 9.10-12; Gálatas 5.16-26; Filipenses 4.4-9.

Cómo celebrar una boda

Génesis 2.18-24; Cantares 8.6-7; Efesios 5.21-33; Colosenses 2.6-7.

Cómo celebrar un aniversario de boda

Salmo 100; 1 Corintios 13.

Cómo controlar su temperamento

Proverbios 14.17,29; 15.18; 19.11; 29.22; Eclesiastés 7.9; Gálatas 5.16-26.

Cómo controlar la lengua

Salmo 12; Salmo 19.14; Proverbios 11.13; 26.20; 2 Tesalonicenses 2.16-17;

Santiago 3.1-12.

Cómo descubrir la voluntad de Dios

Salmo 15; Miqueas 6.6-8; San Mateo 5.14-16; San Lucas 9.21-27; Romanos 13.8-14;2 Pedro 1.3-9; 1 San Juan 4.7-21.

Cómo enfrentar un culto extraño

San Mateo 7.15-20; 2 Pedro 2; 1 Juan 4.1-6; Judas.

Cómo enfrentar la presión de los compañeros

Proverbios 1.7-19; Romanos 12.1-2; Gálatas 6.1-5; Efesios 5.1-20.

Al entrar a la universidad

Proverbios 2.1-8; 3.1-18; 4.1-27; 23.12; Romanos 8.1-17; 1 Corintios 1.18-31.

¿Qué es una parábola? La parábola es una historia que usa situaciones de la vida real para enseñar grandes verdades. Jesús las usó a menudo para enseñar sobre el Reino de Dios a sus seguidores.

Al entrar al servicio militar

2 Samuel 22.2-51; Salino 91; Efesios 6.10-20; 2 Timoteo 2.1-13.

Cómo enfrentar la muerte de un ser querido

Job 19.25-27; San Juan 11.25-27; San Juan 14.1-7; Romanos 8.31-39; 14.7-9;

1 Tesalonicenses 4.13-18.

Cómo enfrentar la enfermedad

Salmo 23; San Marcos 1.29-34; 6.53-56; Santiago 5.14-16.

Cómo enfrentar el sufrimiento y la persecución

Salmo 109; 119.153-160; San Mateo 5.3-12; San Juan 15.18- 16.4; Romanos 8.18-30; 2 Corintios 4.1-15; Hebreos 12.1-11; 1 Pedro 4.12-19.

Cómo tomar una decisión dificil

1 Reyes 3; Ester 4-7; Salino 139; Daniel 2. 14-23; Colosenses 3.12-17.

Cómo enfrentar el divorcio

Salmo 25; San Mateo 19.1-9; Filipenses 3.1-li.

Cómo enfrentar el desamparo

Salmo 90.1-2; Isaías 65.17-25; Lamentaciones 3. 19-24; San Lucas 9.57-62; Apocalipsis 2 1.1-4.

Cómo enfrentar la cárcel

Lamentaciones 3.34-36; San Mateo 25.3146; San Lucas 4.16-21.

Frente a una vida solitaria

1 Corintios 7.25-38; 12.1-31.

Cómo enfrentar un desastre natural

Génesis 8-9.17; Job 36.22-37.13; Salmos 29, 124; 36.5-9; Jeremías 31.35-37;Romanos 8.31-39; 1 Pedro 1.3-12.

Frente a un juicio o demanda judicial

Salmo 26; Isaías 50.4-11; San Mateo 5.25-26; San Lucas 18.1-8.

Si pierde su trabajo

Jeremías 29.10-14; San Lucas 16.1-13; Filipenses 4. 10-13.

Si pierde las posesiones o propiedades

Job 1.13-22; Job 42.7- 17; Isaías 30.19-26; Isaías 41.17-20; Romanos 8.18-39.

Cómo aprovechar el tiempo

Proverbios 12.11; 28.19; San Marcos 13.32-37; San Lucas 21.34-36; 1 Timoteo 4.11-16; Tito 3.8-14.

Al mudarse a una nueva casa

Salmo 127.1-2; Proverbios 24.34; San Juan 14.1-7; Efesios 3.14-21; Apocalipsis 3.20-21.

Cómo sobreponerse a la adicclón

Salmo 40.1-5,11-17; 116.1-7; Proverbios 23.29-35; 2 Corintios 5.16-21; Efesios 4.22-24.

Cómo evitar una rencilla

Levítico 19.17-18; San Mateo 5.23-26; San Lucas 6.27-36; Efesios 4.25-32.

Cómo superar los prejuicios

San Mateo 7.1-5; Hechos 10.34-36; Gálatas 3.26-29; Efesios 2.11-22;

Colosenses 3.5-11; Santiago 2.1-13.

Para aplacar el orgullo

Salmo 131; San Marcos 9.33-37; San Lucas 14.7-11; 18.9-14; 22.24-27;

Romanos 12.14-16; 1 Corintios 1.18-31; 2 Corintios 12.1-10.

No dejes pan mañana lo que puedas hacer hoy

San Mateo 22.1-14; 25.1-13; 2 Corintios 6.1-2.

Cómo instruir a los niños

Proverbios 22.6; Efésios 6.4; Colosenses 3.2 1.

Para respetar a la autoridad civil

San Marcos 12.13-17; Romanos 13.1-7; Tito 3.1-2; 1 Pedro 2.13-17.

El respeto a los padres

Éxodo 20.12; Proverbios 23.22; Efesios 6.1-3; Colosenses 3.20.

Al jubilarse de su trabajo

Números 6.24-26; Salmo 145; San Mateo 25.31-46; Romanos 12.1-2;

Filipenses 3.12-21; 2 Pedro 1.2.

Cómo obtener perdón

Salmos 32.1-5; 51; Proverbios 28.13; Joel 2.12-17; San Mateo 6.14-15; San Lucas 15; Filemón; Hebreos 4.14-16; 1Juan 1.5-10.

Cómo buscar la ayuda de Dios

Salmos 5, 57, 86, 119.169-176; 121, 130; San Mateo 7.7-12.

Dónde buscar justicia

Salmos 10, 17, 75, 94; Isaías 42.1-7; Isaías 6 1.1-9; Amos 5.21-24; Habacuc 1.1-2.4.

Dónde buscar salvación

San Juan 3.1-21; Romanos 1.16-17; 3.21-31; 5.1-11; 10.5-13; Efesios 1.3-14; 2.1-10.

Dónde buscar fortaleza

Salmos 46, 138; Isaías 40.27-3 1; 5 1.12-16; Efesios 6.10-20;

2 Tesalonicenses 2.16-17.

Dónde buscar la verdad

Salmo 119.153-160; San Juan 8.31-47; 14.6-14; 16.4b-15; 1 Timoteo 2.1-7.

Cómo compartir sus dones

Ézodo 35.20-29; Malaquías 3.6-12; San Lucas 2 1.1-4; Hechos 2.43-47; 4.32-37;

Romanos 12.9-13; 1 Corintios 16.1-4; 2 Corintios 8.1-15; 9.6-15.

Al comenzar un trabajo nuevo

Proverbios 11.3; 22.29; Romanos 12.3-11; 1 Tesalonicenses 5.12-18; 2Tesalonicenses 3.6-13; 1 Pedro 4.7-11.

Para entender su relación con Dios

Deuteronomio 5.1-22; Salmo 139; San Juan 15.1-17; Romanos 5.1-11; Romanos 8.1-17.

Para entender su relación con los demás

Deuteronomio 5.16-21; Proverbios 3.27-35; San Mateo 18.15-17, 21-35; Romanos 14.13-23; 15.1-6; Gálatas 6.1-10; Colosenses 3.12-17; 1Juan 4.7-12.

Confianza en el futuro

Isaías 35; 60; Jeremías 29.10-14; 1Pedro 1.3-5; Apocalipsis 21.1-8.

Preocupación por la vejez

Salmo 37.23-29; Isaías 46.3-4.

El afán por el dinero

Proverbios 11.7; Eclesiastés 5. 10-20; San Mateo 6.24-34; San Lucas 12.13-21; 1 Timoteo 6.6-10.

Confrontando sentimientos que perturban

¿Tiene miedo?

Salmos 27, 91; Isaías 41.5-13; San Marcos 4.35-41; Hebreos 13.5-6; 1Juan 4.13-18.

¿ Tiene miedo a la muerte?

Salmos 23; 63.1-8; San Juan 6.35-40; Romanos 8.18-39; 1 Corintios 15.35-57;

2 Corintios 5.1-10; 2 Timoteo 1.8-10.

¿Está enojado?

Proverbios 15.1; Romanos 12.17-2 1; San Mateo 5.21-24; Efesios 4.26-32;

Santiago 1.19-21.

¿Está ansioso o enojado?

Salmo 25; San Mateo 6.24-34; 10.26-31; 1 Pedro 1.3-5; 5.7.

¿Se siente deprimido?

Salmos 16,43, 130; Isaías 61.1-4; Jeremías 15.10-21; Lamentaciones 3.55-57; San Juan 3.14- 17; Efesios 3.14-21.

¿Se siente frustrado o engañado?

Salmos 55; 62.1-8; Jeremías 20.7-18.

¿Está desanimado?

Salmo 34; Isaías 12.1-6; Romanos 15.13; 2 Corintios 4.16-18; Filipenses 4. 10-13;

Colosenses 1.9-14; Hebreos 6.9-12.

¿Duda en cuanto a su fe en Dios?

Salmos 8; 146; Proverbios 30.5; San Mateo 7.7-12; San Lucas 17.5-6; San Juan 20.24-3 1; Romanos 4.13-25; Hebreos 11; lJuanS.13-15.

¿Está frustrado?

Job 21.1-16; 24. 1-17; 36.1-26; San Mateo 7.13-14.

¿Es usted impaciente?

Salmos 13; 37.1-7; 40.1-5; Eclesiastés 3.1-15; Lamentaciones 3.25-33;

Hebreos 6.13-20; Santiago 5.7-11.

¿Es usted inseguro? ¿Le falta estima propia?

Deuteronomio 31.1-8; Salmos 73.21-26; 108; Filipenses 4. 10-20; 1

Juan 3.19-24.

¿Es usted celoso?

Salmo 49; Proverbios 23.17; Santiago 3.13-18.

¿Se siente solo?

Salmos 22, 42; San Juan 14.15-31ª .

¿Se siente abrumado y bajo tensión?

Isaías 55.1-9; San Mateo 11.25-30; San Juan 4.1-30; 2 Corintios 6.3-10;

Apocalipsis 22.17.

¿Se siente rechazado?

Salmo 38; Isaías 52.13-53.12; San Mateo 9.9-3; San Lucas 4.16-30;

San Juan 15.18-16.4; Efesios 1.3-14; 1 Pedro 2.1-10.

¿Se siente tentado?

Salmos 19.12-14; 141; San Lucas 4.1-13; Hebreos 2.11-18; 4.14-16; Santiago 1.12-18.

¿Siente tentación sexual?

2 Samuel 11.1-12.25; 1 Corintios 6.12-20; Gálatas 5. 16.26.

¿Se siente muy cansado?

Salmos 3.5-6; 4.4-8; Isaías 35. 1-10; San Mateo 11.25-30; 2 Tesalonicenses 3.16;

Hebreos 4.1-11.

¿Se siente acomplejado?

Isaías 6.1-8; Jeremías 1.4-10; Gálatas 1.11-24; Efesios 4.1-16; 1 Pedro 2.4-10.

¿Siente deseos de venganza?

San Mateo 5.3842; Romanos 12.17-21.

LO QUE DICE LA BIBLIA ACERCA

DEL PERDÓN DE DIOS

Todos estamos separados de Dios por causa del pecado

Isaías 59.1-15

Romanos 3.9-20; 5.12-21;7.14-25

Eclesiastés 7.20.

Dios siempre ha buscado tener una relación cercana con la humanidad

Éxodo 19.3b-8

Jeremías 31.31-34

Isaías 54.1-10

1 Pedro 1.1-10

1 Juan 3.1-10.

Dios ha tratado de hacer contacto con nosotros en forma personal al enviar a su Hijo Jesucristo

Colosenses 1.15-23

Romanos 5.1-11

1 Pedro 2.10-25

San Juan 3.1-21

2 Timoteo 1.3-10

Efesios 2.1-10.

El perdón de Dios a través de su Hijo Jesucristo está al alcance de todos

Salmos 5 1.1-17

1 Juan 1.5-10

Salmos 32.1-11

Romanos 3.21-26; 8.31-39; 10. 5-13.

Para vivir la nueva vida en Cristo es necesario vivir como él vivió

Romanos 6.1-14; 12.1-21

San Mateo 20.20-28

Efesios 4.17-32

Gálatas 5.16-26

1 Juan 4.7-21.

CÓMO ENCONTRAR AYUDA EN LA BIBLIA

AYUDA BIBLICAAyuda en circunstancias especiales

Cómo ser un buen amigo

Proverbios 17.17; San Lucas 10.25-37; San Juan 15.11-17; Romanos 16.1-2.

Cómo ser un líder

Isaías 11.1-9; Isaías 32.1-8; 1 Timoteo 3.1-7; 2 Timoteo 2. 14-26; Tito 1.5-9.

Cómo cuidar a las viudas y a los ancianos

Génesis 47.1- 12; Rut 1; Proverbios 23.22; 1 Timoteo 5.3-8.

Cómo celebrar el nacimiento o la adopción de un niño

Salmo 100; Proverbios 22.6; San Lucas 18.15-17; San Juan 16.16-22.

Cómo celebrar una graduación

Salmo 119.105, Proverbios 9.10-12; Gálatas 5.16-26; Filipenses 4.4-9.

Cómo celebrar una boda

Génesis 2.18-24; Cantares 8.6-7; Efesios 5.21-33; Colosenses 2.6-7.

Cómo celebrar un aniversario de boda

Salmo 100; 1 Corintios 13.

Cómo controlar su temperamento

Proverbios 14.17,29; 15.18; 19.11; 29.22; Eclesiastés 7.9; Gálatas 5.16-26.

Cómo controlar la lengua

Salmo 12; Salmo 19.14; Proverbios 11.13; 26.20; 2 Tesalonicenses 2.16-17;

Santiago 3.1-12.

Cómo descubrir la voluntad de Dios

Salmo 15; Miqueas 6.6-8; San Mateo 5.14-16; San Lucas 9.21-27; Romanos 13.8-14;2 Pedro 1.3-9; 1 San Juan 4.7-21.

Cómo enfrentar un culto extraño

San Mateo 7.15-20; 2 Pedro 2; 1 Juan 4.1-6; Judas.

Cómo enfrentar la presión de los compañeros

Proverbios 1.7-19; Romanos 12.1-2; Gálatas 6.1-5; Efesios 5.1-20.

Al entrar a la universidad

Proverbios 2.1-8; 3.1-18; 4.1-27; 23.12; Romanos 8.1-17; 1 Corintios 1.18-31.

¿Qué es una parábola? La parábola es una historia que usa situaciones de la vida real para enseñar grandes verdades. Jesús las usó a menudo para enseñar sobre el Reino de Dios a sus seguidores.

Al entrar al servicio militar

2 Samuel 22.2-51; Salino 91; Efesios 6.10-20; 2 Timoteo 2.1-13.

Cómo enfrentar la muerte de un ser querido

Job 19.25-27; San Juan 11.25-27; San Juan 14.1-7; Romanos 8.31-39; 14.7-9;

1 Tesalonicenses 4.13-18.

Cómo enfrentar la enfermedad

Salmo 23; San Marcos 1.29-34; 6.53-56; Santiago 5.14-16.

Cómo enfrentar el sufrimiento y la persecución

Salmo 109; 119.153-160; San Mateo 5.3-12; San Juan 15.18— 16.4; Romanos 8.18-30; 2 Corintios 4.1-15; Hebreos 12.1-11; 1 Pedro 4.12-19.

Cómo tomar una decisión dificil

1 Reyes 3; Ester 4—7; Salino 139; Daniel 2. 14-23; Colosenses 3.12-17.

Cómo enfrentar el divorcio

Salmo 25; San Mateo 19.1-9; Filipenses 3.1-li.

Cómo enfrentar el desamparo

Salmo 90.1-2; Isaías 65.17-25; Lamentaciones 3. 19-24; San Lucas 9.57-62; Apocalipsis 2 1.1-4.

Cómo enfrentar la cárcel

Lamentaciones 3.34-36; San Mateo 25.3146; San Lucas 4.16-21.

Frente a una vida solitaria

1 Corintios 7.25-38; 12.1-31.

Cómo enfrentar un desastre natural

Génesis 8—9.17; Job 36.22—37.13; Salmos 29, 124; 36.5-9; Jeremías 31.35-37;Romanos 8.31-39; 1 Pedro 1.3-12.

Frente a un juicio o demanda judicial

Salmo 26; Isaías 50.4-11; San Mateo 5.25-26; San Lucas 18.1-8.

Si pierde su trabajo

Jeremías 29.10-14; San Lucas 16.1-13; Filipenses 4. 10-13.

Si pierde las posesiones o propiedades

Job 1.13-22; Job 42.7- 17; Isaías 30.19-26; Isaías 41.17-20; Romanos 8.18-39.

Cómo aprovechar el tiempo

Proverbios 12.11; 28.19; San Marcos 13.32-37; San Lucas 21.34-36; 1 Timoteo 4.11-16; Tito 3.8-14.

Al mudarse a una nueva casa

Salmo 127.1-2; Proverbios 24.34; San Juan 14.1-7; Efesios 3.14-21; Apocalipsis 3.20—21.

Cómo sobreponerse a la adicclón

Salmo 40.1-5,11-17; 116.1-7; Proverbios 23.29-35; 2 Corintios 5.16-21; Efesios 4.22-24.

Cómo evitar una rencilla

Levítico 19.17-18; San Mateo 5.23-26; San Lucas 6.27-36; Efesios 4.25-32.

Cómo superar los prejuicios

San Mateo 7.1-5; Hechos 10.34-36; Gálatas 3.26-29; Efesios 2.11-22;

Colosenses 3.5-11; Santiago 2.1-13.

Para aplacar el orgullo

Salmo 131; San Marcos 9.33-37; San Lucas 14.7-11; 18.9-14; 22.24-27;

Romanos 12.14-16; 1 Corintios 1.18-31; 2 Corintios 12.1-10.

No dejes pan mañana lo que puedas hacer hoy

San Mateo 22.1-14; 25.1-13; 2 Corintios 6.1-2.

Cómo instruir a los niños

Proverbios 22.6; Efésios 6.4; Colosenses 3.2 1.

Para respetar a la autoridad civil

San Marcos 12.13-17; Romanos 13.1-7; Tito 3.1-2; 1 Pedro 2.13-17.

El respeto a los padres

Éxodo 20.12; Proverbios 23.22; Efesios 6.1-3; Colosenses 3.20.

Al jubilarse de su trabajo

Números 6.24-26; Salmo 145; San Mateo 25.31-46; Romanos 12.1-2;

Filipenses 3.12-21; 2 Pedro 1.2.

Cómo obtener perdón

Salmos 32.1-5; 51; Proverbios 28.13; Joel 2.12-17; San Mateo 6.14-15; San Lucas 15; Filemón; Hebreos 4.14-16; 1Juan 1.5-10.

Cómo buscar la ayuda de Dios

Salmos 5, 57, 86, 119.169-176; 121, 130; San Mateo 7.7-12.

Dónde buscar justicia

Salmos 10, 17, 75, 94; Isaías 42.1-7; Isaías 6 1.1-9; Amos 5.21-24; Habacuc 1.1—2.4.

Dónde buscar salvación

San Juan 3.1-21; Romanos 1.16-17; 3.21-31; 5.1-11; 10.5-13; Efesios 1.3-14; 2.1-10.

Dónde buscar fortaleza

Salmos 46, 138; Isaías 40.27-3 1; 5 1.12-16; Efesios 6.10-20;

2 Tesalonicenses 2.16-17.

Dónde buscar la verdad

Salmo 119.153-160; San Juan 8.31-47; 14.6-14; 16.4b-15; 1 Timoteo 2.1-7.

Cómo compartir sus dones

Ézodo 35.20-29; Malaquías 3.6-12; San Lucas 2 1.1-4; Hechos 2.43-47; 4.32-37;

Romanos 12.9-13; 1 Corintios 16.1-4; 2 Corintios 8.1-15; 9.6-15.

Al comenzar un trabajo nuevo

Proverbios 11.3; 22.29; Romanos 12.3-11; 1 Tesalonicenses 5.12-18; 2Tesalonicenses 3.6-13; 1 Pedro 4.7-11.

Para entender su relación con Dios

Deuteronomio 5.1-22; Salmo 139; San Juan 15.1-17; Romanos 5.1-11; Romanos 8.1-17.

Para entender su relación con los demás

Deuteronomio 5.16-21; Proverbios 3.27-35; San Mateo 18.15-17, 21-35; Romanos 14.13-23; 15.1-6; Gálatas 6.1-10; Colosenses 3.12-17; 1Juan 4.7-12.

Confianza en el futuro

Isaías 35; 60; Jeremías 29.10-14; 1Pedro 1.3-5; Apocalipsis 21.1-8.

Preocupación por la vejez

Salmo 37.23-29; Isaías 46.3-4.

El afán por el dinero

Proverbios 11.7; Eclesiastés 5. 10-20; San Mateo 6.24-34; San Lucas 12.13-21; 1 Timoteo 6.6-10.

Ahora que eres Cristiano